Con Venus en Géminis, nuestra principal lección ha sido el desapego. No es una lección fácil, pero es esencial. Todos necesitamos tanto conexión como desapego para encontrar paz. Sin embargo, el corazón de Géminis oscila de manera impredecible entre una cercanía insaciable y una distancia nebulosa. Géminis es el signo de la dualidad y los extremos, no del equilibrio. En la vida social y romántica de Géminis, es crucial identificar lo que perpetúa el ciclo de abandonar su alma a otro y luego reclamarla febrilmente una y otra vez.
La Energía Femenina de Venus en Cáncer
Venus en Cáncer simboliza el poder puro de la energía femenina, expresada como un océano profundo y poderoso. Como signo de agua, junto con sus hermanas Escorpio y Piscis, Cáncer es de naturaleza emocional y creativa. Con Venus en Cáncer, el corazón entra y sale con la marea de ese océano psíquico y emocional que nos habita. Las olas pueden ser fuertes y quizás creas que eres débil, pero no somos débiles en absoluto. Cuando sientas que las olas se elevan y amenazan con enviarte de regreso al pasado, déjalas venir. No luches contra ellas; en su lugar, pasa tiempo contigo mismo para comprender tu propia naturaleza. Este es un período de incubación y autocuidado.
El Equilibrio entre Cercanía y Distancia
Venus en Géminis oscila entre la cercanía y la distancia, mientras que Venus en Cáncer sólo busca cercanía. Aunque Cáncer puede estar ansioso o agitado, gran parte de esto surge de su necesidad de conexión. ¿Qué podemos aprender del mundo de Géminis para ayudarnos a cruzar el océano de Cáncer? Aprendamos a mantener una sana distancia y recordemos cómo esta distancia refresca el corazón, alejando la codependencia y la duda. Tomemos lazos profundos de amistad y conexión emocional. Venus en Cáncer es sensible, a veces irritable, pero encuentra consuelo bajo las olas. Traten de desconectarse y acurrucarse en su propio mundo por un tiempo.
Eventos Astrológicos Clave
El 17 de junio, Mercurio también entra en Cáncer, formando una conjunción temprana en la mañana. Las cosas se están moviendo y cambiando rápidamente, y aunque no sabemos qué vendrá después, será de naturaleza social. Conectarse con los demás eleva el corazón y fomenta la curación y la vinculación.
El 20 de junio se celebra el solsticio de verano, y el 2 de julio, Venus forma un trígono con Saturno retrógrado en Piscis, proporcionando amor y estabilidad.
Finalmente, el 11 de julio, Venus trígono Neptuno retrógrado en Piscis nos invita a practicar el apoyo mutuo. A lo largo de estos eventos, cuídate bien y abraza la energía emocional y sensible que nos rodea.