¡Las emociones son energía en movimiento y están muy relacionadas con la práctica de yoga!
Nuestras emociones
Las emociones nos permiten experimentarnos, sentir, conectar, expresar lo que sentimos con respecto a lo que nos sucede.
Pero cuando no fluyen y se estancan nos hacen sentir cargados, tensos, desconectados, y lamenteablemente no nos educan para reconocer y gestionar las emociones, sino muchas veces para reprimirlas.
Ni positivas ni negativas
No existen emociones buenas o malas, positivas o negativas, solo existen emociones y se hacen evidentes según las experiencias que vamos viviendo.
En la práctica de Yoga muchas veces nos confrontamos a nosotros mismos y a nuestras emociones. ¡Y está bien que sea así!
Desde la visión del Yoga, las emociones no deben reprimirse, tal como la energía, deben fluir.
Aprender a sentir
La práctica de yoga nos permite aprender a sentir el cuerpo, a estar más presentes y experimentarnos con mayor consciencia, desde allí podremos gestionar mejor el movimiento de las emociones.
No necesitamos cerrarnos a una emoción, necesitamos aprender a experimentarlas sin huir de ellas, transitarlas con consciencia para trascenderlas.
Las emociones nos permiten aprender mucho de nosotros mismos y de como nos relacionamos con la vida.
Yoga y emociones
En yoga suelen surgir las emociones, alegría, paz, tristeza, enojo, frustración, pueden hacernos sentir cómodos o incómodos… lo importante es que surge también la oportunidad de observarnos y mirar a los ojos partes de nosotros que no queremos ver.
La práctica de Yoga es una oportunidad excelente para aprender a sentir, reconocer y canalizar nuestras emociones.
Podemos decir que el mat es nuestra zona de ensayo de la vida, es maravilloso que podamos trasladar el aprendizaje en la práctica de yoga a la vida cotidiana.
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