Nuestro cuerpo energético está compuesto por increibles ruedas o vortices de luz llamados chakras, la función de los chakras es controlar la circulación del prana o energía vital en nuestro cuerpo, están interconectados a través de los «nadis», cada uno está asociado a una parte del cuerpo y una glándula, por lo que si están bien balanceados tenemos buena salud. La buena salud y el correcto flujo de energía también dan una estabilidad y claridad mental, y también beneficia a nuestra vida espiritual.

– Muladhara chakra: Es el chakra raíz, corresponde al plexo pélvico y está ubicado en la base de la columna. Es la cede de kundalini y esta relacionando con la estabilidad, el arraigo, la vida material y la salud física.

– Swadhisthana ckakra: Corresponde al plexo hipogástrico y está ubicado en los genitales. Está relacionado con el placer, la sexualidad y la procreación, las fantasías y la creatividad. Regula el funcionamiento de las glándulas gónadas (sexuales).

– Manipura chakra: Corresponde al plexo solar y está ubicado entre el ombligo y la base del esternón. Está relacionado con la vitalidad, la fuerza de voluntad, el poder y las emociones. Regula el funcionamiento de las glándulas suprarrenales y el páncreas.

– Anahata chakra: Corresponde al plexo cardiaco y al corazón. Se relaciona con los afectos, el amor y el equilibrio en las relaciones con los demás y con uno mismo, la compasión y la aceptación. Regula el funcionamiento de la glándula timo.

– Vishuddha chakra: Ubicado en la garganta, corresponde al plexo de la carótida. Se relaciona con la capacidad de comunicación y la expresión. Regula el funcionamiento de las glándulas tiroides y paratiroides.

– Ajna chakra: Está ubicado en el entrecejo, también llamado “tercer ojo”. Se relaciona con la percepción, la imaginación, la intuición y la claridad mental. Regula el funcionamiento de la glándula pituitaria o hipófisis.

– Sahasrara chakra: Se lo llama también chakra corona y está ubicado en la parte superior del cráneo. Se relaciona con la espiritualidad y la expansión de la conciencia. Regula el funcionamiento de la glándula pineal.